¡Todo ser humano es una mente que piensa!
Es decir, que cada persona tiene una capacidad intelectual que define el proceso de pensar, razonar, elaborar, distinguir, negar o aceptar sobre todo lo que le ocurre en la vida.
Vivimos en una sociedad en la que la mente y la inteligencia entendida en su forma intelectual tiene una gran presencia. Estamos constantemente enredados en pensamientos que conceptualizan situaciones, momentos y hechos. Tomar conciencia de que nuestra realidad es mayor que el ego condicionado por los pensamientos de nuestra mente o el de otra persona, informarnos y no creer en todo lo que leemos, escuchamos o vemos nos ofrece la posibilidad de no perder la identidad con nuestra propia mente y de seguir en libertad nuestra propia humanidad.
En estos tiempos en donde estamos bombardeados por los medios de comunicación con diferentes noticias, y de las variadas opiniones de expositores sobre el tema Covid o como en el caso actual de la guerra Rusia e Ucrania, se vuelve importante no creer en todo lo que dicen los medios de comunicación y los opinionistas, porque muchos de estos suelen tergiversar la información o, simplemente no emitir información verdadera.
Sin embargo, tampoco podemos renunciar por completo a no creer lo que indican los medios de comunicación; la clave está en crear un balance, ser cauteloso y sobretodo objetivo.
La idea es tener un pensamiento critico e intentar comprobar o comparar las distintas noticias o información que proporcionan los medios de comunicación a través de sus comunicadores, expositores u opinionistas.
En esta cuestión hay dos ámbitos de reflexión posibles: el de las afirmaciones de los medios que se pueden contrastar empíricamente y verificar su certeza y el ámbito de la opinión que es mas discutible, visto que en cuestión de opiniones, hay de todos los colores y para todos los gustos!. Cuando un medio ofrece su espacio a diversos colaboradores, proporciona unos contrastes que pueden o no, ayudar a acercarse a la verdad.
Todos sabemos, a través de sucesos y acontecimientos producidos en nuestro país o en el mundo, que han dado con el tiempo, después de años, un resultado o una versión diferente a la que nos fue contada al inicio y en determinados periodos por los medios , que lo que nos comunican e informan no siempre es la verdad!
https://www.lisainstitute.com/blogs/blog/fake-news-mas-sorprendentes
La veracidad y rigurosidad de las noticias que aparecen en los medios de comunicación están a menudo en entredicho, por una corriente critica que denuncian, que estos responden a otros intereses de poder, alejándose del puro interés informativo.
Nick Davies, periodista del periódico británico The Guardian, dice que los periodistas (y quizá también los lectores) debemos hacer una pausa para pensar: «Espera un segundo», «¿es esto demasiado bueno para ser verdad?», «¿qué pasaría si lo contrario fuera cierto?».
Si bien es cierto que para los usuarios de internet el verificar la fuente de la información que comparten es una acción opcional. Los más serios lo harán, los que quieren privilegiar la rapidez sobre la información, no.
Pero para los periodistas debería ser una obligación.
No todo es falso y mentira en Internet… solo porque en «minoría» se piense el contrario de lo que comunican, medios importantes de televisión, prensa o radio. No es solo la Web, el sitio perfecto de las fake news!
No podemos darle la culpa solo a internet o a las redes sociales de todo el caos con las noticias. La culpa es de quienes esparcen información falsa y de aquellos que la distribuyen sin verificarla (no solo en la Web). Después de todo, internet también es una red humana!
Lo que si es inaceptable es la divulgación por parte de medios de comunicación y comunicadores más adscritos a la demagogia que a la verdad! servidores de unos dueños económicos o ideológicos y aunque todo medio con credibilidad intenta ser objetivo, son los lectores, oyentes o espectadores los que han de saber distinguir entre los distintos medios.
Para esto es necesario que no nos limitemos a creer todo lo que nos dicen los medios de comunicación , porque como escribí antes, la mayoría pertenecen a una misma persona o grupo de personas con poder político, social y económico, que quizás quieran llevar adelante la teoría en la que personalmente ellos creen o que por intereses desean apoyar.
Por lo que definitivamente, en estos tiempos y con todo los medios disponibles que hoy día tenemos para hacer verificas sobre la información que recibimos, no creer, se ha vuelto importante! como es importante pensar por uno mismo y consultar diversos medios. Realizar un análisis de la información que recibimos, y de las distintas formas en que se nos presenta, lo que nos permite procesarla y emitir nuestros propios juicios de valor.
Seguramente es mas cómodo y fácil seguir la teoría de la «mayoría», pero creo que después de todos estos años en lo que se han descubierto cosas inaceptables e inconcebibles, sobretodo por parte de organismos y personas que tendrían la responsabilidad de salvaguardar la salud, la economía y hasta la misma vida de las personas; el desarrollo de las sociedades y la paz en todo el mundo, buscar la veracidad de las informaciones, tratar de llegar a fondo en las cosas, sobretodo en aquellas que parecen ciencia ficción, pero que de ser verdad pondrían en peligro nuestra libertad o quizás hasta nuestras vida y la de los seres que amamos es un deber al que no deberíamos negarnos de cumplir.
Athena.