No he dejado de pensar en ti,
me encantaría poder decírtelo.
Me gustaría escribirte que me gustaría volver,
que te extraño y que pienso en ti.
Pero no te busco.
Ni siquiera te escribo un «Hola».
No se como estas
Y extraño saberlo.
¿Tienes planes?
¿Sonreíste hoy?
¿Qué soñaste?
¿Vas a Salir?
¿A donde vas?
¿Sueñas con algo?
¿Has comido hoy?
Me gustaría poder lograr buscarte
Pero no tengo la fuerza
Y tampoco tu la tienes.
Entonces, quedémonos esperando en vano.
Y pensemos en ello. Y recuérdame. Y recuerda que pienso en ti, que no lo sabes, pero te vivo cada día en el que escribo de ti.
Y recuerda que buscarse y pensarse son dos cosas diferentes.
Y yo te pienso, pero no te busco.