¡No venezolanos!… No es el momento de decaer, volver a la apatía, de sentirse desilusionados.
Las acciones y cambios que no han ocurrido en 20 años en Venezuela, no pueden ocurrir en un mes, en una semana … ¡en un día!
Aunque es cierto, sin embargo, que hay cosas que suceden en un instante, en las calles de esta tierra torturada, saqueada y sometida; que hay cosas malas, muy malas que sí, ocurren todos los días, todas las semanas, todos los meses y son la muerte de nuestros hermanos, las injusticias de una ley corrupta, la prohibición de la libertad de expresión, los crímenes de quienes poseen el poder por poseer un arma, las torturas de inocentes y esta lista crece y se expande disminuyendo el ánimo y la fe de los venezolanos …Sin embargo, debemos reconocer que finalmente, en un día, sucedió algo importante que marca el comienzo del cambio: el 23 de enero de 2019, el día en que una persona con coraje e integridad aceptó un desafío difícil y peligroso: Juan Guaidó … un día en el que, el pueblo soberano venezolano se unió nuevamente.
Hoy, muchos de nosotros que estamos convencidos de que esta narco-dictadura no saldrá con reuniones, sanciones, diplomacia e intervenciones pacíficas … se encuentran nuevamente, con sus esperanzas rotas, después de lo que ocurrió el 23 de febrero de 2019, cuando por orden del gobierno ilegítimo fue quemada la ayuda humanitaria, ( video 1 ), están asesinando y masacrando a nuestros hermanos indígenas: los Pemones; ( video 2 ) y cuando asesinan, a sangre fría, el conductor de uno de los camiones que lograron ingresar a Venezuela con alimentos y medicinas para el pueblo( video 3 ), ( video 4 )… pero es algo que no podemos y no debemos permitirnos…
Cada muerte más, de un venezolano que luchó por la libertad de Venezuela, es una gran dolor para aquellos que, de alguna manera, combaten esta guerra; toda violencia que se ha usado contra una vida humana es imperdonable… pero son «modus operandi» de tiranía, a la cual, desafortunadamente, ahora nos han acostumbrado con el objetivo de mantener el miedo latente y hacernos victimas del poder que tienen y de su forma criminal de actuar, decidiendo la calidad de nuestras vidas y también lo que hacen con nuestras vidas; pero es necesario que mantengamos la fe y el optimismo a pesar de todo, y que sigamos apoyando al Presidente Guaidó … Estoy seguro de que Él también esta muy claro, que este no es solo un gobierno dictatorial y totalitario, sino que también es un gobierno que opera con el narcotráfico, con el hampa común, con las mafias internacionales y con grupos paramilitares, motivos por los cuales, aunque parezca excesiva la intervención militar internacional para Venezuela, se presenta como la única y efectiva solución para acabar con esta pesadilla que no solo ha afectado en primer lugar, al pueblo venezolano, sino a todos aquellos países que tienen y mantienen intereses económicos con el país o que se han visto afectados por la desproporcionada emigración de ciudadanos venezolanos, obligados a huir para poder, de algún modo, solventar el sustento de sus hijos, de sus familias y de ellos mismos.
Quiero enfatizar que para cualquier presidente no es fácil tomar esta decisión y cuando llega a una decisión de esta importancia, no lo ha hecho con superficialidad…
Estoy convencida de que el presidente Guaidó está de acuerdo con la intervención militar extranjera. Cuenta con los instrumentos legales y constitucionales para su aprobación (Artículo 187, Sección 11 de la Constitución, y la intervención humanitaria R2P «responsabilidad de proteger» adoptada en la ONU) y también tiene los argumentos que la respaldan, y son todos aquellos que ha expresado al mundo, en las diferentes reuniones que ha sostenido, (en particular, en la última, con el grupo de Lima, donde con un discurso directo, denunció y destacó el carácter criminal, terrorista y genocida del régimen del usurpador Maduro)… además esta también, todo lo que el mundo ha podido ver a través de los verdaderos documentos hechos en Venezuela, donde se ha denunciado el hambre, la crueldad, la miseria, la tortura y la masacre de un pueblo.
«Señor Presidente Guaidó: es un deber hacer todo lo necesario para defender y restaurar la democracia en Venezuela, hacer justicia a los caídos y restaurar la dignidad y la libertad del pueblo de Venezuela»
¡Es hora de dejar de hablar de paz, a quien la paz no quiere!
Gente de Venezuela… ¡Vamos bien!
…la cuenta regresiva ya ha comenzado…
Ese deseo que todos tenemos muy pronto se hará realidad:
«Cuando menos lo esperemos, todas las cadenas de televisión mostrarán la imagen de nuestro presidente Juan Guaidó, en la presidencia de Miraflores (Caracas), con nuestro himno nacional sonando en segundo plano, anunciando a todos los venezolanos la caída del régimen, gracias al apoyo de la coalición internacional «.
Athena